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¿Acompañará Félix a Humberto Moreira?


                                      Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
La reciente detención del ex gobernador coahuilense Humberto Moreira Valdés en el aeropuerto español de Barajas, no puede menos que advertir a otros funcionarios y ex funcionarios poner las barbas a remojar, ya que, aunque las autoridades mexicanas se hagan de la vista gorda ante las evidencias, hemos visto que otros países pueden hacerse cargo de esas responsabilidades.
En esta ocasión fue España, aunque al tema Moreira-Coahuila también se suman autoridades judiciales de Estados Unidos, que investiga una red de desfalco de fondos públicos y “lavado” de dinero, que todo hace suponer que operó en Coahuila durante el sexenio de quien fuera presidente del CEN del PRI.
Las exigencias de solicitar la extradición del ex funcionario a México han sido de las más variadas, pero lejos de mostrar su interés en juzgarlo en nuestro país, el gobierno de Peña Nieto le ha ofrecido defensa y asesoría frente a las autoridades de ese país, como si se tratara de alguna injusticia o de que aquél careciera de recursos para hacerlo por sí mismo.
Esa “defensa” a priori también se ha reflejado entre los corifeos de la Presidencia de la República, tal y como pusieron de manifiesto en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, donde -afortunadamente no se sujetó a las amañadas votaciones oficiales-, como ya es costumbre, los representantes del PRI y el Verde “Ecologista” arremetieron contra todos.
Por lo menos en esta oportunidad PRD y PAN se aliaron a Morena y  Movimiento Ciudadano para exhibir al gobierno priísta en turno en materia de impartición de justicia y complicidad con los correligionarios de éste, el primero de los cuales, inclusive, pronosticó un posible seguimiento de ex gobernadores como candidatos a la cárcel, aunque el senador Luis Humberto Fernández Fuentes aclaró que no sorprendió la detención de Moreira ante sus antecedentes, los procesos de sus cómplices y secuaces en Estados Unidos, y la amplia cobertura en los medios.
Con todo, el gobierno español no detuvo a Moreira por el tema de la deuda, sino por “blanqueo” de capitales, organización criminal, malversación de fondos públicos y cohecho.
A nadie puede sorprender, ya que es pública y conocida la deuda de Coahuila, que aumentó de 25 millones de dólares a 2 mil 500 millones de dólares dura te el periodo de Moreira, con algunos créditos obtenidos con documentos presumiblemente falsos.
El panista Felipe Calderón lo exoneró durante su sexenio, pero una Corte en Texas lo involucró posteriormente en “lavado” de dinero a través de “prestanombres”. A nadie le sorprende porque en el 2013 Forbes lo posicionó como el séptimo más corrupto de México, con lo que, a decir del diario El País, su gobierno pasó del populismo a la cleptocracia.
Tampoco sorprende que la lucha contra la corrupción y el delito venga nuevamente del exterior. Todo mundo lo sabe: Primeras planas de los diarios nacionales, con “Consignados y procesados en Estados Unidos”; pero las autoridades mexicanas son ciegas, cómplices o incapaces.
Los procesos contra el ex tesorero de Moreira, Héctor Javier Villarreal Hernández; contra el exgobernador interino, Juan Carlos Torres López, actualmente prófugo de la justicia de Estados Unidos, muestran la incapacidad de atraer y sancionar los delitos de corrupción a estos niveles.
En México se les exonera, más no se les juzga, no han llegado a juicio por falta de argumentos, pero Estados Unidos los acusa de abrir y utilizar cuentas bancarias en Texas, para mandar dinero a Bermudas, presumiblemente sustraídos a partir de la investigación a la Tesorería de Coahuila, además de que el procurador federal del sureste de Texas los acusa de conspirar para lavar dinero y defraudar al banco “J.P. Morgan”.
En una gran paradoja, el mundo los denuncia, el mundo actúa y los señala, pero para las autoridades mexicanas es invisible, por lo que sólo por omisión, incapacidad o complicidad es posible explicar la falta de acción. Es vergonzoso que en el mundo se combata más la corrupción de México, que en México mismo. En México no pasa nada.
El mundo lo vio, los principales periódicos cubrieron la noticia: La Vanguardia, El País, el Daily Mail, la BBC, el Washington Post y el New York Times, por citar algunos, pero no ha bastado para activar una investigación en México.
El caso de Moreira prueba la incapacidad del Estado en combatir la corrupción, pero no es un caso aislado, existe un problema de corrupción y complicidades en los gobierno estatales, aunque no generalizamos, pues hay gobernadores y ex gobernadores que tienen actividad pública y privada, que viven en la serenidad de la paz de conciencia y no ocupan exilio, beca, amparo o redención.
Pero también hay gobernadores cuyas fechorías son conocidas sin una acción del Estado, y mejor prueba de ello es que del 2000 al 2013 se exhibieron 71 casos de corrupción de 41 gobernadores, de los cuales sólo cuatro fueron castigados, según el Instituto Mexicano para la Competitividad.
Cuando menos a cuatro los procesaron penalmente en Estados Unidos, entre ellos el ex gobernador quintanarroense Mario Villanueva Madrid, y otros cuatro tuvieron procesos en México, aunque, a decir del PRD, por lo menos, dos gobernadores y otros dos ex gobernadores tienen ante ellos el probable destino de reclusión.
Hoy convertido en flamante senador de la República, el ex gobernador priísta Félix González, actualmente con fuero político, sería uno de los “candidatos” tras el perenne, sospechoso sobreendeudamiento de Quintana Roo, tal que obligó a su sucesor, su correligionario Roberto Borge, a recortar la burocracia y a contratar nuevos endeudamientos para cubrir las obligaciones crediticias del Estado.
De darse una profunda investigación, que no dudamos que pudiera darse nuevamente por parte de Estados Unidos o de Dubai, Emiratos Árabes, donde se dice que radica parte de su fortuna, muy probablemente se involucrarían sus ex tesoreros Freddy Marrufo Martín y Mauricio Góngora Escalante, a los que convirtió en alcaldes de Cozumel y Solidaridad, respectivamente, el segundo de ellos, inclusive, con aspiraciones a gobernar Quintana Roo.
Las preguntas obligadas ante la detención de Moreira son ¿Qué decirle a la sociedad? ¿Que sea paciente, que tenga fe en Moreira, que éste es un hombre de honor y bien? ¿Caeremos en la apología de su buen gobierno? ¿Que se siembra un silencio cómplice o alguna pirueta retórica? ¿Qué sentido tiene tamizar, mirar a un lado o esperar una explicación convincente que sabemos que no llegará? ¿Esperar a que pase?
La Fiscalía de la Policía Nacional Española inició su investigación tras cierto tiempo de estar tras Moreira, por 200 mil euros, equivalente a unos 3.9 millones de pesos, aunque ésta es sólo la punta del “iceberg”, ya que en Coahuila aún no se explica dónde están 36 mil millones de deuda, y eso que no incluyen los 17 mil millones que se han pagado en cuatro años de gobierno.
Independientemente de lo que pase en España, Estados Unidos ha acreditado durante 2012 y 2013 una red de corrupción de unas 13 personas para “lavar” 3 mil millones de pesos en cuentas y bienes ubicados en ese país, robados del erario estatal, según acusa la senadora Silvia Garza Galván.
Se espera que Peña Nieto honre su palabra de mayo de 2012, cuando, como candidato, dijo a la prensa sobre el “moreirazo”: Donde exista un delito, la autoridad debe investigar y deslindar las responsabilidades a que haya lugar. Que se castigue y sancione a los responsables. El compromiso de un servidor es que lo que hagamos en materia de justicia realmente sea aplicar la ley en quien sea, cualquiera que sea el responsable.
Sería un nuevo imperdonable error que en México siga impune el fraude más grande perpetrado contra el pueblo coahuilense y que, en consecuencia, continúe la clara falta de interés del gobierno en hacer justicia, perseguir a los culpables, transparentar el destino de los recursos obtenidos con la deuda y recuperar el dinero robado de las arcas del Estado.
Desde el 2011, Moreira ha cayó en contradicciones, ya que el 29 de julio de 2011, cuando se identificó a Coahuila como el Estado con mayor deuda por habitante, se deslindó conque la deuda surgió después de haber dejado el Gobierno del Estado.
Empero, a fines de ese año, la Auditoría del Estado evidenció que la deuda venía del 2008, pero, temerariamente Moreira afirma que solo endeudó a la entidad con 22 mil millones de pesos, y los otros 12 mil fueron en la administración de su sustituto Jorge Torres.
Así las cosas, cabe preguntarse ¿Dónde quedó el secretario particular de Moreira, Vicente Chaires, quien, de cargar el maletín del ex gobernador, pasó a ser accionista de súper medios informativos de Coahuila, donde compró múltiples radiodifusoras (en Saltillo, Monclova, Piedras Negras), inclusive un canal de televisión?
¿Dónde quedó el ex dirigente estatal del PRI, Samuel Rodríguez, quien pasó de colaborador cercano a exitoso empresario en medios en diferentes partes del Estado?
¿Dónde quedaron el ex secretario de la Función Pública Estatal, el auditor y todos los secretarios de esa administración? Según la declaración de culpa de González Treviño en Estados Unidos, entre marzo y julio de 2009, Moreira sostuvo diversas reuniones donde enteró a los secretarios de su gabinete sobre sus transacciones.
Por si fuera poco, el abogado que lo defiende en Estados Unidos es Kent A. Shaffer, nada menos que el mismo que defendió al narcotraficante “La Barbie”. ¿Coincidencia? No. Busca que lo defiendan abogados de pillos de grandes ligas, seguramente el lobo aprendió a aullar en la manada.
Ante todo esto, es preciso una fiscalía especial para la investigación de éste y todos los casos similares, de cualquier color; que la PGR, Hacienda, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el SAT, la Unidad de Inteligencia Financiera y las autoridades locales inicien un rastreo de cada peso de la deuda contraída con el dinero de los coahuilenses.
El procurador de justicia de Coahuila, Homero Ramos Gloria, fue titular del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), árbitro de la elección donde se eligió y ganó Moreira, cuando seis meses después fue nombrado flamante titular de la Secretaría de Gobierno.
Por algo al PRI se le identifica como un partido de “chapulines”, por su propia protección ¿Verdad Félix?

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo, con más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

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